poema de amor en vuelo

 oscuro rincón en

sillas frente a 

frente

donde estoy

su cuerpo me es arrojado por alguna extraña fuerza

me vierte

fervientemente su corazón

puedo percibirlo

en las cavidades más exactas

magnetiza con el  tuyo

qué estás adolorido, que el peso de tu propio cuerpo te cansa

que las palabras te atraviesan por todos los vórtices

nadan en el mar de tu mente 

un abrazo que me decía

las palabras

se estancan

me están atascando

te veo y

veo el mar

las especies en la superficie saltan

dan un saludo al sol

luego se dejan caer

gráciles 

nade y nadé por el océano de mis sueños

te ví

entre las flores únicas y genuinas más recónditas

rozan tu cuerpo abatido

tu vitalidad está intacta solo es

un balanceo acuático reiventando

te

un dolor suscita 

un desprendimiento óseo

me condujo a lo

oculto

oculto

oculto

oculto yacías en mis brazos

tres veces oculto

en el intento

de manipular 

de clarificar

movimientos verborrágicos

 manos inútiles

manos quemadas al muere

las mando

incendio la gran pira de la vida y la muerte

 danza divina

bordean los ojos espectrales

tu movimiento motiva

las más audaz de las canciones

silencio acústico

así mi corazón encuentra la puerta a los lagos espejados 

la  gran flauta nueva 

 aquel harapiento flautista improvisa solitario

desprende las melodías jamás escuchadas, sin esfuerzo

su cadencia se renueva

sostengo

te sostengo en lo más profundo

quizás así puedas girar a contemplar la puerta que da al lago

donde el flautista olvidado

ejecuta tus más profusas bendiciones